Mientras que las normas son reglas que determinan nuestro comportamiento, nuestras relaciones sociales y de convivencia, los límites marcan hasta donde deben llegar nuestros comportamientos para que no interfieran en los de los demás.
Así pues cada edad o periodo de la vida de nuestros hijo requiere de unas normas y de unos límites. Lógicamente no debe de ser las mismas para un niño que para un adolescente: no le podemos pedir a un niño de un año que participe en la dinámica de la casa y que se comporte de determinada manera en la mesa, lo que si se debe de hacer con un adolescente. Por lo tanto las normas y límites se irán estableciendo a medida que nuestro hijo avanza en su proceso de desarrollo, así como la exigencia del cumplimiento de las mismas.
¿Por qué debemos establecer normas y límites?
- por motivos de salud
- por motivos de seguridad
- por motivos de convivencia
- para vivir en armonía
- por valores morales.
Elección de nuestras propias normas:
Debemos de establecer las normas que deben regir en nuestras familia y la de nuestros hijos. La elección estará basada en la que nos transmitieron nuestros padres y habremos ido elaborando a lo largo de nuestra vida, así como las de la sociedad en la que vivimos.
A lo largo de nuestra experiencia como padre, seguro que nos hemos encontrado en más de una ocasión con la dificultad de hacer que nuestros hijos cumplan con las normas que les enseñamos. Algo podemos hacer para lograr que nos obedezcan, para ello tendremos en cuenta las siguientes consideraciones.
- Deberemos ser comprensibles: Las normas y límites deben de ser establecidas de forma clara y comprensible: Debemos de pensar en que decir de dar instrucciones específicas y claras. Los niños y los adolescentes necesitan oír y saber exactamente que comportamiento se desea de ellos.
- Dejaremos que nuestros hijos se expresen: Los niños y sobre todo los adolescentes, valoran que se les tenga en cuenta a la hora de establecer limitaciones. Cuando los hijos colaboran, es más probable que obedezcan. Sin embargo, escucharlos no significa que tengamos que estar de acuerdo con ellos y cambiemos las normas. Así pues algunas normas y límites podemos establecerlas con ellos, mientras que otras tenderemos que establecerlas nosotros, desde nuestra responsabilidad como padres.
- Explicaremos por qué: Los niños y jóvenes tienden a obedecer más a las normas y los límites cuando comprenden las razones: «no puedes salir este fin de semana por que no», son normas sin explicación, mientras que , «no puedes trasnochar este fin de semana porque el lunes tienes un examen». incluye un explicación. Saber que detrás de cada norma y límite hay una explicación lógica ayudará a que nuestros hijos nos obedezcan.
- Establecerlas antes de aplicarlas: Intentaremos no implantar normas imprevistas. Haremos lo posible porque nuestros hijos conozcan la norma antes de infringirlas. ¿Cómo se supone que nuestro hijo ca a saber que no puede ir en bicicleta por la ciudad, ni trasnochar vísperas de un examen, si no se lo hemos dicho antes?Nuestros hijos deben de saber con antelación las normas y los límites.
- Las recordaremos periódicamente: Los niños y jóvenes, a veces, olvidan las normas. Si notamos que nuestro hijo ha olvidado una norma, no esperaremos ha que surjan los problemas; con delicadeza se la recordaremos. Pero si nuestro hijo la olvida mas de dos o tres veces y nuestro recordatorio se convierte en una rutina, trataremos de ver que esta ocurriendo, y actuaremos de forma razonable, firme y consecuentemente.
- Mejor positivas que negativas: Siempre que podamos, intentaremos que nuestras normas sean positivas en lugar de negativas. Esto ayuda que los niños entiendan claramente el comportamiento correcto. Ejemplos: «puedes jugar a la pelota fuera» en lugar de «no juegues dentro de casa a la pelota» o «lávate las manos antes de sentarte a la mesa» en lugar de » no vengas a la mesa con las manos sucias»
Tenemos que ser conscientes que las normas, límites, y la disciplina es un factor muy importante en la construcción de la personalidad.
Recursos:
- Entre la tolerancia y la disciplina. M. Herbert.
- Pedagogía familiar. José M.ª Quintana.
- Guía para educar con disciplina y cariño. M. Gootman.
- Imágenes: http://padres.giftandtask.org, http://pequelia.es, http://convivecaridad.blogspot.com, http://www.wikisaber.es